SONMO & SON MORAGUES
Desde hace 15 años trabajamos para regenerar la finca Son Moragues y devolver a este entorno la vitalidad de tiempos pasados, impulsando aquellos cultivos que durante siglos dieron nombre a Son Moragues como potencia agrícola local, como el aceite, la aceituna o el tomate de variedad Valldemossa.
En SONMO también hemos creado una gama de productos nuevos y únicos utilizando y transformando las materias primas que nos ofrece el entorno.
Hemos habilitado para ello talleres y obradores, incorporado artesanos y artistas, y creado un equipo multidisciplinar de personas con miradas nuevas y dispares.
Tradición y entorno son nuestra fuente de inspiración.
ANTES Y AHORA
Donde hace décadas se extraía leña y carbón, ahora extraemos biomasa y destilamos plantas.
Con las materias primas con las que antes se producían tejas y baldosas, hoy producimos platos, botellas o ensaladeras.
Con la ceniza con las que antiguamente se hacía la colada de ropa blanca, ahora producimos esmaltes que aplicamos en nuestra cerámica.
Y con las piedras que antes se calcinaban para fabricar cal, hoy fabricamos objetos útiles y atemporales.
La lógica es la misma ahora que antes, es decir, la de aprovechar lo que la tierra nos ofrece, transformándolo para crear una gama de productos únicos y adaptados a los tiempos actuales.
SON MORAGUES: una finca con historia
SONMO es la abreviatura de Son Moragues, que significa "propiedad de la familia Moragues".
Esta antigua y gran finca situada en las montañas de Mallorca cuenta con más de 500 años de historia y una larga lista de personajes ilustres, desde el visionario Mateu Moragues hasta el estimado Archiduque Luis Salvador de Austria.
Con más de 300 hectáreas de bosques de robles y pinos, terrazas de piedra seca, huertos y olivares centenarios, Son Moragues ha sido una potencia agrícola durante siglos.
Las raíces de la finca se remontan a muchos siglos atrás, pero no fue hasta la Edad Media y tras la reconquista cuando se consolidó la explotación que conocemos hoy.
En los siglos XV y XVI se injertaron miles de acebuches y se construyeron gran cantidad de bancales de piedra en seco, aljibes, huertos y sistemas de riego. La agricultura cobró auge y la vida rural prosperó.
Era una época en la que se cuidaba cada centímetro cuadrado de tierra y se forjaba un círculo virtuoso entre la gente que vivía del campo y la naturaleza.
Esta es la visión que nos inspira hoy en SONMO. Somos los guardianes de esta tierra, y nuestra misión es preservarla y mejorarla para nosotros y para el futuro.