La recolección de los primeros tomates del año es siempre un acontecimiento esperado en Son Moragues. Este 18 de junio, hemos tenido el placer de cosechar nuestros primeros cuatro tomates, adelantándonos un día en comparación con el año pasado. Esta vez los primeros han sido de la variedad cor de bou, ideal para ensaladas, salsas, o incluso como aperitivo o postre.
Una Historia de Tradición y Orgullo
En Son Moragues, la producción de tomates se realiza con orgullo y forma parte de una larga tradición. El solanum lycopersicum, conocido como tomatl en náhuatl, llegó desde las Américas en el siglo XVI y rápidamente se estableció en la cuenca del Mediterráneo, inicialmente como planta ornamental y, posteriormente, como un ingrediente esencial de nuestra gastronomía.
En Mallorca, los tomates encontraron un entorno propicio, y para el siglo XVIII ya eran un componente básico en la cocina de la isla. Llegado el siglo XIX, se contaba ya con más de cinco variedades locales adaptadas tanto natural como artificialmente a nuestro clima. En SONMO, cultivamos las variedades locales a partir de nuestras propias semillas, junto a planteles de nuevas variedades adquiridas a productores locales.
Entre estas variedades, destacan el Ramallet, apreciado por su capacidad de conservación y bajísima necesidad de riego, y el tomate de Valldemossa, reconocido por su piel fina, jugosidad e intenso sabor. A pesar de ser un tomate sabrosísimo, no ha tenido el éxito comercial que cabría esperar debido a la finura de su piel, lo que le hace ser especialmente vulnerable a ser dañado en el transporte en los canales de distribución modernos.
A finales del siglo XIX y durante la primera mitad del XX, el huerto de Son Moragues producía una gran cantidad de tomates, que se vendían localmente y también fuera del municipio. Cabe destacar que durante décadas, grandes cantidades de tomate de Son Moragues se destinaban a una fábrica de conservas de tomate de Inca. En temporada alta, cada noche y a eso de las dos de la madrugada, salían dos carros tirados por mulas totalmente cargados con tomates del huerto de Son Moragues con destino a la fábrica de Inca. Algo tenían los tomates de Valldemossa para que los demandasen desde un municipio, en aquel entonces tan lejano como Inca, al que se tardaba seis horas en llegar. Y sólo podemos imaginar a qué debía de saber esa salsa de tomate de antes...
Nuestro Proceso de Cultivo
Cada enero, germinamos las mejores semillas seleccionadas de la campaña anterior. Durante febrero y marzo cuidamos con esmero estas plántulas en nuestro pequeño vivero, y entre finales de abril y principios de mayo, cuando las temperaturas comienzan a subir, plantamos las tomateras en el huerto, previamente preparado con el mejor abono. Siguiendo el método tradicional, colocamos cañas para que las plantas trepen y realizamos una limpieza manual de los tallos para asegurar tomates de mayor tamaño.
El cuidado de las tomateras es continuo. Deben ser atadas a las cañas para soportarlas a medida que crecen, y el riego debe ser preciso para no afectar la calidad y el sabor de los frutos. A pesar del esfuerzo que supone el proceso, la recompensa llega con la recolección, que en el caso de los tomates se extiende durante varios meses.
Una Temporada Prolongada y Productiva
Este año hemos comenzado la recolección en junio, y el año pasado disfrutamos de los últimos tomates en Navidad. No es habitual una temporada tan extensa en explotaciones artesanales como la nuestra, pero el escalonamiento de la siembra y la selección de variedades nos ha permitido prolongar la temporada. Actualmente, contamos con más de 1200 tomateras en nuestro huerto, creciendo en el mismo lugar donde lo hicieron sus tomates antepasados.
Cultivamos variedades antiguas como los arriba mencionados o los míticos Cor de Bou o Tres Cantos, junto con otras más modernas como el tomate rosa, el de pera y el cherry. Toda esta gama estará disponible en nuestras tiendas de Valldemossa y Palma, y en nuestra web en forma de mermelada de tomate y albahaca.
Apoyo al Producto Local de Calidad
Confiamos en que el creciente aprecio por los productos locales de calidad permita que fincas como la nuestra y variedades como las que cultivamos continúen prosperando durante muchos años más. Aunque estas variedades no son las más productivas ni rentables, representan un patrimonio agrícola y gastronómico que merece ser preservado.
Por todo ello, os invitamos a disfrutar de nuestros tomates y a apoyar la agricultura local. Podéis visitar y conocer el producto en nuestras tiendas o en nuestra web para descubrir todo lo que SONMO tiene para ofrecer.
